Tête à tête

Lulu me propuso hacer un post "a cuatro manos". Yo escribo algo (creo que es para forzarme a escribir... hum!) y ella lo "responde" en su blog. La idea me gustó, hacer el post también.
Y me dijo que especificara esto para que ustedes, mis lindas fans, me entiendan todo... y yo creo que para que no se pongan celosas cuando lean los dos blogs. Voilà. Ella dice que me visitan más de las que me comentan. Yo, ni idea...
Ah! Idea! Idea! Alguien más se lanza a hacer un "tête à tête" conmigo? :)
Así sabré cuántas/os me leen... jejejejejejeje...
Muajajajaja... a veces soy muy listo... jijijijiji. ;)

Baila en mi piel el perfume de tu piel.
Se mueven en mis cabellos, los dedos de tus manitas.
En mi cintura tengo rastros de tus labios.
En mis manos llevo recuerdos de tu cadera y tu cintura.

Late en mi pecho el corazón que casi sacaste a golpes cuando pedías, gimiendo, que te llevara más lejos, más arriba, más allá de la consciencia.
Duerme en mi cama el único rastro que de mí no arrancaste: la nostalgia de tus pequeños pechos en mis manos.

Brilla, en mis ojos, la sonrisa pícara con la que me convenciste de no temerte ni un poquito.
Me sonrío, de sólo recordar, la medida perfecta de esas nalgas redondas y pequeñas que se asomaban debajo de esos pantalones que me moría por arrancarte.

Mis brazos languidecen de tantas caricias que te dí, desesperado por descubrir poco a poco tu sedosa piel, y luego enviciado por la seda de tu cálida piel.
Mis piernas tiemblan, de simplemente recordar todas las veces que quise caminar hacia tí en esa cena que parecía sin fin.

Mis pensamientos vuelan lejos de mí, se van acariciando tu mirada mientras tomabas vino... Cuando te sonreiste y te fuiste, diciendo algo sobre la justicia, a lavar los trastos...
Cuando me dijiste, resuelta, que te ibas en un rato...
Y cuando me preguntaste, con tu espalda en mi pecho y tu vientre entregado a mi mano derecha, si no me estabas estrangulando el brazo con tu cabeza...

Te extraño, te siento, te odio y te amo.

Lo único que me consuela, ante la pérdida de nostros a manos de la lavadora y la ducha, es que alguna excusa hallaré para volver a verte...
Volver a olerte...
Volver a escucharte...
Volver a someterme a los caprichos de tus silencios...
Y volver a jugar a seducirte sabiendo que tú sabes de qué voy y qué pretendo y que sólo juegas para hacerme sentir que tengo el control de la partida.

Sin saber que, realmente, me tienes tan en tus manos que te regalé la partida hace rato.

Te extraño, te amo, casi te siento y a ratos creo que te odio...